Nuestras vidas como denuncia. Historias de no-ficción

Nuestras vidas como denuncia. Historias de no-ficción es un proyecto de creación audiovisual feminista, basado en el cine comunitario, a través del cual se quiere dar visibilidad al proceso de recuperación tras la violencia sexual que ha tenido la oportunidad de realizarse en residencia artística en RAI.

El proyecto surge de la necesidad de transformar el cine en una herramienta de denuncia y empoderamiento para sacar del olvido las historias silenciadas de las mujeres que participaron en él.

Entre el mes de mayo y junio de 2017, se organizaron siete talleres en los que estuvimos compartiendo conocimientos, historias y herramientas narrativa para construir los cortos de las sietes mujeres que finalmente decidieron ser parte del proyecto.

En la primera sesión cada participante recibió una handycam para que pudiera documentar momentos y aspectos relevantes de su vida cotidiana, para la historia que quería contar en sus pieza.

Durante los talleres se trataron diferentes temáticas relacionadas con la producción audiovisual, desde la más técnica (funcionamiento de la cámara, lenguaje cinematográfico, captación de sonido, etc.) a la más creativa (visionado de películas feministas y de su proprio material entre todas, trabajo en pareja sobre el story board para transformar sus narraciones en imágenes, sesiones individuales con las personas del equipo, etc)

Como resultado de la residencia artística se produjeron 5 cortometrajes. Las temáticas abordadas por las directoras fueron muy diversas, aunque todas ellas hablaron de cómo fue el proceso de recuperación y cuales fueron las herramientas que les sirvieron para transformar el trauma: S. nos presenta diferentes personas que considera ser un punto de apoyo en su vida; F. cuenta cómo encontró una forma de cuidarse en la cocina y explica cómo la posibilidad de poder capturar su agresor con la cámara la empodera; L. recuerda su infancia tormentosa filmando la infancia de su nieta, y cómo el tiempo con ella le ayuda a recuperase; Al. habla de como recuperó la relación con su cuerpo y se empoderó a través de la danza y como poder hablar de lo que sucedido en otro idioma le ayude a distanciarse y verlo con perspectiva; An. realiza un manifiesto en que se alternan imagen de la calle y de archivo, para denunciar como lo políticamente correcto sostiene las violaciones y culpabiliza a las mujeres; A. se centra en lo que le aporta su banda de música tradicional de Chile y sobre la figura de su padre, a quien se dirige el corto.

El proceso creativo está a punto de ser ultimado y los cortos se encuentran ahora en fase de montaje.

En enero serán presentados en RAI con la participación de las directoras y de las personas que dinamizaron el proyecto.

Pronto más información!